Datos personales
Today is...
jueves, 23 de abril de 2009
Entre 3 cigarros
Prologo
Este es un conjunto de historias sobre un día de escuela un tanto fuera de lo normal y rutinario -afortunadamente-, presentadas a modo de cuento.
*****
I
Sountrack
En medicina
-Hola. Buenos días...¿Cuánto cuesta el jugo?
El señor de espaldas, sigue ocupado lavando los platos.
-Ocho pesos- dijo una voz junto a mí-.
Volteo a ver a la locutora -haciendo un paneo de abajo hacia arriba-.
Flats azul marino, pantalones blancos -de esos que se achican hacia abajo- y blusa blanca que se asoma sobre su chamarra combinada con sus zapatos. No era muy bonita, pero sí de esas que se graban en tu mente.
-Me sonríe-
-Gracias. -conteste mientras devolvía la sonrisa-.
Tome el jugo mientras el vendedor preparaba el cambio. Doy la vuelta y la medico vuelve a sonreírme.
Y es que es así, todas mueren por mi...
-Sonó en mi mente-
-Eres un pendejo Cansigno. -me dije-
Y no pude evitar soltar una carcajada -esa extraña que me caracteriza-.
II
This charming man (o Come on baby, light my fire)
Todavía en medicina
-Me puedes prestar tu encendedor -dije al vendedor al otro lado de la plaza-.
-Pues búscalo -dijo con ese acento característico de los chilangos-.
-¡Aaah cabrón! -dije sin pensarlo-.
Te van a madrear Cansigno -dijo mi prudente niño interior-.
-...no lo veo -dije sacando de la manga la frase, a modo que pareciera continua a la anterior-.
-Pues que crees que soy tu que para dártelo en la mano.
Tome el encendedor y encendí mi cigarro que vocifero un tsss.
-No, pues disculpa...gracias -dije-.
Seguí caminando y baje las escaleras.
-Qué curioso personaje -pensé-.
Y volví a reírme, de tal manera que ni el más estereotipado Dr. Victor Frankestein podría lograr.
III
Química en alimentos
Frente a Diseño Industrial
-Disculpe joven -dijo una regordeta, pequeña y agradable señora-.
-¿Si?
-Sabe donde es Química.
-Si... el edificio del frente es el de laboratorios, poco más a la izquierda hay una entrada. ¿O busca el edificio de posgrado?
-Ah no... es que me dijeron que ahí venden tamales.
-¡Ah sí! -dije sin poder evitar reír-.
-Están entrando por donde le dije.
-Gracias.
-De nada.
*****
Etiquetas:
A day in a life,
Burn after reading,
cuentos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario