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domingo, 3 de julio de 2011

The Hang and the Over



Un "Que iri vieja, tienes plan?" aparece en Twitter...

Así comienza la noche.

Lo que se supone iba a ser una salida con viejos amigos, termina con un montón de extraños y solo una cara conocida.

La lluvia que comenzaba a traer el frente frió No 5 refresco la noche.

-¿El plan?-. Básicamente ir por una cerveza a algún barcillo o algo parecido.

Faltaba solo que llegara una persona más para irnos. Mi amigo al ver mi cara de "gooooey hay demasiados homosexuales aquí" para tranquilizarme me dijo -También van a ir unas amigas de Hugo, dos estan bonitas-.

Finalmente llego el que al parecer era, el primo de alguno de los que estaban ahí.

Quedamos de ir a un lugar sobre Martí.

Ya había escuchado sobre el por un amigo, según me dijo era un tipo de lounge bar.

Mi amigo y yo nos separamos del grupo mientras abordaban la van de uno de ellos, al ver que nos separábamos de ellos, preguntaron si traíamos coche, respondimos afirmativamente.

Dimos vuelta en la esquina y al subirnos a la camioneta, vimos como toda la "banda" venia detrás de nosotros.

*¿No se supone que ellos se iban a ir, aparte en su coche?*

Llegamos al lugar, unas escaleras nos conducían a la planta: una barra y una sala, conexa un área despejada, al fondo otras dos salitas - tres sillones y una mesa de centro-, ademas de tener una pequeña terraza.

Ellos pidieron cervezas, yo seguía manteniendo mi promesa no volver a tomar * después de cierto hecho traumatico que hace unos meses me paso*. Nos acomodamos en una esquina del lugar y comenzamos a platicar, nos separamos en dos grupos; nosotros platicábamos y nos poníamos al día con ese amigo que tenia cerca de 6 meses que no veíamos.

Los otros, al otro extremo con sus "iris".

La mesera, una simpática chaparrita de piernas bonitas que bailaba de manera muy extraña, trajo otro par de cervezas.

La gente; un montón de niñas y tipos fresas, uno que otro hipster y una chica que por alguna razón creia que tener sombrero era cool, sin olvidar al chavo de camisa blanca y corbata roja.

Discutían sobre la música y criticaban al DJ, mientras preguntaban mi opinión sobre el minimal, tectonic, circuit y demas... -si supieran que ahora hasta escucho a Julion Alvarez-. Aunque realmente el ambiente del lugar estaba medio decaído.

En la barra una niña, a la que perfectamente dejaría ser el amor de mi vida: alta, rubia, cabello ondulado, ojos azules y con un cuerpo increíble... totalmente fuera de mi liga.

Seguimos platicando, la pequeña mesera nos ofrece dos shots de cortesía, que al gusto de mis amigos; no era mas que Kool-aid.

Motivado por mi cleptomanía, decido guardarme en el pantalón uno de los caballitos.

Llegaron las amigas, como me habia dicho Bebé dos eran bastante bonitas; pero venian demasiado drogadas para mi gusto.



La noche continuo; entre aburrida, entre divertida, entre hipters, entre homosexuales, entre bellas junkies, entre bien y entre un poco hasta la madre...





Así fue la vida esa noche, en Martí 250.