Bueno la siempre amigable cineteca nacional, esa a la que quiza nunca hemos ido o que cuando fuimos, tuvimos de ver alguna bizarrada de pelicula (como fue mi caso la primera vez), pero que siempre ofrece buenas peliculas que ver. Con sus festivales y ciclos en los que siempre encuentras un nuevo enfoque, lo que mas disfruto son esas funciones de
1 ⅟35 x 1 en las que pasan algun cortometraje antes de comenzar con la funcion principal, aunque algunas veces existan personas como Ana que despues de ver un corto me dijo; "no quiero ver esa pelicula", creyendo que eran los avances de una nueva cinta -a lo cual no pude evitar soltar una larga y ruidosa carcajada, que fue acallada con un "
shhhh"- despues de recuperar la compostura le dije: "Ana, esa fue
la pelicula,
era un cortometraje."
Pero bueno tenia cerca de un mes que no habia ido, pues hay veces que por mas "altenativo condesero" que quieras parecer -como lei alguna vez-, simplemente las peliculas no me llamaron la atencion, pero si hay algo que realmente no puedo resistir es: el cine mudo con piano en vivo.
Asi que cuando me entere que esta semana iba a ver un ciclo dedicado a Murnau, y que iba a tener piano, sali corriendo a la cineteca a comprar mi boleto, si bien de el, solo conocia "Nosferatu", fue una buena experiencia haber ido, ayer proyectaron "El ultimo de los hombres" , cuenta la historia del portero de un hotel, que todos los de su vecindad respetan al parecer, debido a su gallardo e impecable uniforme, pero que por su avanzada edad es cambiado de puesto, para ser el mozo de los baños. Avergozado, roba el uniforme que por tantos años ha sido su segunda piel y finge ante su familia conservar el mismo empleo, hasta que es descubierto por una vecina, que como la peste difunde la noticia a toda la vecindad y sufre el rechazo de todos aquellos que alguna vez lo respetaron.
Lo interensante de la pelicula, no es solo la ausencia de las vinetas con letritas, que podrian llamarse clasicas de cine mudo, si no el manejo de la camara que sin duda debio haber sido innovador para su epoca pues, al menos en mi poca experiencia y conocimiento, es la primera vez que he visto el uso de la camara en primera persona (hablamos de 1924), ademas aquellos rostros llenos de expresion que pueden transmitir a la perfeccion sus sensaciones. Y el manejo de la luz y escenarios para enfatizar el sentir y psique de los personajes.
Lo mas curioso, agradable y chistoso de la pelicula, sin duda fue el final. Pues en los 90 minutos de la pelicua fue la segunda vez que aparecieron letras, donde el mismo Murnau nos dice, parafraseando: "que el no se podia permitir que la pelicula terminara de esa forma, con nuestro personaje principal roto y humillado, y cambiara el destino de nuestro heroe, al contrario de como pasaria en el mundo real."
Asi de esa forma, nuestro ahora "mozo de los baños" se vuelve millonario al heredar la fortuna de un rico empresario mexicano de apellido Money (supongo que debe ser de los Money, de la Agricola Oriental) cuando este muere de un infarto en el baño y le hereda toda su fortuna a nuestro suertudo personaje, dedicando los ultimos minutos de la pelicual a gastar su fortuna en el gran restaurant del "Atlantic" y repartir generosas propinas a los empleados del hotel.
Todo eso me hizo recordar por unos instantes, cuando vivia en reforma y me mude a solo unas cuadras de mi antiguo departamento, pues en el edificio en el que vivia teniamos vigilancia y cuando sali a dejar unas cosas al departamento nuevo, me despedi del policia (por desgracia, no recuerdo su nombre) y el me dijo: "hasta mañana joven", lamentablemente no hubo un mañana para el, pues murio de un infarto pocas horas despues. Fue un poco traumatico, pues me recordo que nadie tiene la vida comprada, tarde dos dias en volver al departamento por el resto de mis cosas, y mientras veia la pelicula no podia dejar de recordar a ese vigilante que si bien era nuevo, siempre tenia una cara y un saludo amigable cuando abria la puerta, o me contaba algun chiste cuando salia en las mañanas para ir a la universidad.
Sonara extraño, pero por misteriosas circunstacias, he vivido por temporadas en hoteles o en siutes, donde el personal con el que convives dia a dia, se vuelve parte de tu rutina, no hace mucho; en diciembre, encontramos en veracruz en un hotel a un antiguo recepcionista de un hotel en que estuvimos hace tiempo, el mundo es un huevo, definitivamente. Y si has estado en una situacion parecida, quiza coincidas en que esas personas terminan siendo parte de tu vida.
Asi que quiero dedicar esta entrada a Chepina (la mesera del Lynis en el que comia y cenaba diario), Don Humberto ( el vigilante del departamento de Lerma), Irma "mi novia la güera" (de la fondita de la esquina en donde como), Janette (la recepcionista de Lerma), Sarita ( la muchacha de limpieza), y al otro vigilante Anonimo de Lerma.