Sentados sobre las incomodas sillas azules, están aquellos hermanos.
Ella, la mayor. Él, el menor.
Sin nada que hacer, el pequeño le pregunta a su hermana.
-¿Te dolió cuando mis papas se divorciaron?-.
Ella no responde, pero su cara demuestra tristeza, baja la cabeza y solo encoje ligeramente los hombros.
Y él solo dice.
-A mi si-.
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miércoles, 3 de febrero de 2010
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2 comentarios:
Interesante blog
los hermanos mayores aprendemos a hacernos los fuertes. saludos.
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