Hoy mi padre y yo tratamos de distraer a mamá un poco de su pena, pero desde que se entero de la muerte de su hermana hace dos días, esta inconsolable. Estoy seguro que, lo que más le agravia es no poder decirle adiós como se debe.
Pero mi padre ha sido muy claro en que no la dejara viajar, al menos hasta que no haya riesgo de otro bombardeo en Osaka.
Creo que debemos tener mucha suerte, esta es una de las pocas ciudades que no han sufrido bombardeos.
Hemos pasado una mañana agradable, mis padres y yo caminamos por el centro de la ciudad.
A pesar de que mi padre ha tenido que trabajar de más en la fabrica y quería aprovechar este día para descansar, pues desde la caída de Okinawa se ha aumentado la producción en la fabrica, ha pasado gran parte del día con nosotros.
Por cierto, hoy vi como se ha marchado otro grupo de soldados, papá dice que al parecer los envían a reforzar la posible defensa de la capital.
Cuando veo a los soldados, no puedo dejar de pensar en mi hermano y su honorable muerte en Filipinas, me hubiera gustado haber podido ir.
Quisiera poder tener suficiente edad, para así poder proteger a mi querida Hiroshima.